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CELEBRAMOS CON DEVOCIÓN

El domingo 23 de junio, desde las cinco de la tarde una multitud de católicos, entre niños, estudiantes, jóvenes, adultos y ancianos se reunieron en el atrio de la Basílica Catedral para participar de la santa misa en solemnidad del cuerpo y sangre de Cristo, llamado también Corpus Christi.

Durante el discurso, el arzobispo, José Antonio Eguren Anselmi, destacó que: “No hay que olvidar que Jesús nos habla en silencio el misterio de la Eucaristía. En cada misa, el Señor nos recuerda que seguirle a Él nos exige salir de nosotros mismos y hacer de nuestra vida un don para Él y para los demás”.

Después de la misa, con oraciones, música, cánticos y fuegos artificiales, cientos de fieles, entre autoridades políticas, civiles, militares y público en general acompañó al Corpus Christi desde la catedral hasta la parroquia Santísimo Sacramento.

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